Encuentran en Nueva Zelanda rastros que originaron la mayor actividad volcánica
Bajo su superficie, la Isla Norte de Nueva Zelanda guarda fragmentos de una superpluma mantélica que ocasionó la mayor actividad volcánica en el planeta.
Sin dud alguna la naturaleza y los geólogos y geofísicos no dejan de sorprendernos, un claro ejemplo de esto es lo que se encontró en la Isla Norte de Nueva Zelanda: Una superpluma mantélica que originó hace 120 millones de años la mayor actividad volcánica de la que se tenía registrada en el planeta.
Mayor actividad volcánica en el planeta
Así es, la Isla Norte de Nueva Zelanda resguarda bajo su superficie fragmentos de una superpluma mantélica que fue la protagonista (hace 120 millones de años) de la mayor actividad volcánica de que se ha conocido en el planeta; son los rastros de una gran meseta que se hizo en dicha época al sur del Pacífico.
Esta a causa de la salida de lava en el lapso de aproximadamente dos millones y medio de años y finalmente se fracturó. De acuerdo con un artículo que fue dado a conocer en Science Advances, un grupo internacional de geólogos y geofísicos explican que los otros dos fragmentos que fueron señalados en el siglo XX, se ubican al norte de las islas Salomón y en torno a las islas de Cook.
La superpluma y los volcanes
Tras lo anterior y un punto muy importante que hay que señalar es que a través de la superpluma (ubicada en la Isla Norte de Nueza Zelanda), una gran chimenea que estaba conectada con la zona externa del núcleo terrestre, salieron grandes cantidades de roca fundida y se hizo una gran región de volcanes, parecida a la que actualmente se visualiza en Hawái.
Después de esto el movimiento tectónico de la corteza rompió esa meseta volcánica y la dividió en diversas partes, sin embargo estas conservaron unas propiedades físicas que se parecían, esto ayudó a los científicos a intuir que formaban un todo en el pasado.
El grupo de investigadores identificaron el fragmento sur (conocido como meseta Hikurangi) al medir las velocidades de las ondas de presión generadas por terremotos o explosiones artificiales que fueron “inusualmente altas”.