Desastroso debate presidencial
Desastroso debate presidencial entre Biden y Trump. De acuerdo con los analistas políticos, ha sido el peor ejemplo de teatro político transmitido en la televisión estadounidense.
El show estuvo plagado de interrupciones, impertinencias y groserías, así como de ataques bajos orquestados por el actual mandatario, quien continuamente hablaba por encima de su adversario.
En contraparte, Biden mandó a callar a Trump:
“Es difícil decir algo con este payaso”, “cállate, colega”, “sigue parloteando”, fueron algunos señalamientos del candidato demócrata.
En otro momento, Trump atacó personalmente a Hunter, hijo de su enemigo, presuntamente señalado por corrupción en Ucrania.
“A Hunter le echaron del Ejército con deshonor y no tuvo un trabajo hasta que te hicieron vicepresidente”, dijo el presidente.
Joe sólo pudo negar esa acusación, pero reconoció que su hijo tuvo un problema de drogas, “como en muchas familias”.
Además, el demócrata cometió un error sobre su plan ambiental. En una primera instancia dijo que “el Green New Deal se va a pagar solo”, mientras que luego se desdijo y negó apoyar este movimiento.
Cabe señalar que este es un proyecto de transición a la economía verde, planteado por la izquierda demócrata, pero que no convence al centro del partido y ha causado división entre las filas.
Desastroso debate presidencial; nadie pide cuentas claras a Trump
Los analistas aseguraban que esta era la oportunidad para poner en jaque al actual mandatario por la evasión del pago de impuestos en diez de los últimos 15 años, tal como denunció el The New York times este domingo.
Aunque Chris Wallace, moderador del debate, le preguntó directamente a Trump al respecto, éste eludió la respuesta; mientras que Biden desaprovechó la oportunidad de acorralar a su rival y prefirió hablar de su propio plan fiscal. Al final, Trump tuvo la última palabra para decir: “He pagado millones en impuestos”.
Otro de los temas polémicos en el encuentro fue que Donald Trump se negó a condenar los grupos supremacistas blancos, que ahora se manifiestan abiertamente en las calles, gracias al amparo del presidente.
Éste incluso se atrevió a dirigirse a un grupo de la extrema derecha, caracterizado por su violencia: Proud Boys.
“Retrocedan y quédense a la espera”, indicó.