El puente internacional más pequeño del mundo: solo tres metros para unir España y Portugal
En Xataka nos encantan las megaestructuras. De hecho, tenemos cierta fijación por los puentes. Hemos hablado del puente impreso en 3D más largo del mundo, el increíble puente del agua de Magdeburgo, el Canillas de Aceituno, el Viaducto de Millau y, por supuesto, del puente de 19,9 kilómetros que une China y Rusia.
Pero también nos gustan las cosas pequeñas, y claro, de la misma forma que hay puentes enormes hay puentes pequeños. De hecho, hay puentes internacionales, es decir, que unen dos países, pequeñísimos. Y por suerte, el más pequeño del mundo, con su increíble longitud de tres metros, está entre España y Portugal.
A 48 minutos andando de La Codosera, un pequeño municipio de Badajoz de 2.119 habitantes (en 2018) conocido por sus piscinas naturales se encuentra, pasando el Santuaria de Chandavila, en pleno caserío de El Marco, el Puente de El Marco.
Este, colgado sobre el arroyo Abrilongo, es el encargado de unir Badajoz (España) con Arronches (Portugal) y, de hecho, separa El Marco, una pedanía con calles en España y calles en Portugal. Mide 3,2 x 1,45 metros y no es el original, sino que fue reconstruido en 2008 con Fondos Europeos.
En una entrevista con la revista Rayanos publicada en 2018, Jose María Picado, propietario de Casa Picado, explica que antes hubo otro puente, pero que por aquellos entonces «el regato estaba plano y se pasaba por unas piedras». Tenía un problema, claro, y es que cuando la corriente subía se llevaba por delante los tablones.
En un artículo publicado por El Periódico de Extremadura allá por 2009, se explica que anteriormente el puente estaba formado por unos «humildes tablones a los que posteriormente se le añadieron unas pletinas metálicas y un frágil pasamanos». También unas piedras con una «E» y una «P» que indican al transeúnte si se encuentra en España o Portugal.
El puente fue reformado por la Cámara Municipal de Arronches (Portugal). A este municipio pertenece la parte portuguesa de El Marco, que fue mejorado con nuevos materiales. Este puente, explicaron desde el medio, ha sido testigo de tiempos de «contrabando» de corcho, tabaco e incluso ganado. Y ahí sigue a día de hoy, como objeto de turismo y (puente) de unión entre dos países.